Ama de casa cachonda se masturba en la cocina

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Para una madura caliente nunca es mal momento para provocarse un orgasmo, aunque esté en plenas labores domésticas y ocupada con el almuerzo. La casada peluda se siente sola y mal atendida, muy mal follada por un marido que casi nunca está en casa y que no entiende cómo siempre puede querer sexo. Así que se ha hecho casi una experta en masturbaciones, no le ha quedado más remedio; ahora puede correrse a cualquier hora y en cualquier lugar gracias a sus hábiles dedos. Y es que eso de estar sobre la encimera de la cocina con las bragas apartadas y el coño al aire ya la pone a punto de caramelo para el clímax.