Comprando un coche a plazos

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Comprar un coche para esta veinteañera se ha convertido en una necesidad, no en un capricho, porque por fin ha conseguido trabajo aunque sea en una ciudad cercana. El problema es que el tipo del concesionario no quiere dejarselo a plazos sin ningun aval, y ella pone toda la carne en el asador y todos sus encantos en marcha para conseguir que cambie de opinion.