Espero que tu pollaza me quepa en el culo

Esta chica no parece tener las preocupaciones normales de las jovencitas que se enfrentan a su primera vez en el sexo anal. A ella solo le preocupa una cosa: ¿le cabrá la polla enorme de su novio en el ojete? Cierto que hasta ahora su coñito ha sido capaz de albergar ese pedazo de carne monstruoso. Pero ahora, cuando la siente en la boca, cada vez más gorda gracias a sus mamadas, empiezan a entrarle las dudas. Y si no le cabe en el culo, ¿irá él a buscar a otra a la que follar con más facilidad? Está claro que esta guarra jovencita está más allá de preocuparse por el dolor, ni se le pasa por la mente; y hace bien, porque una vez la verga de su chico está metida hasta el fondo de su ano, respira tranquila y no hace más que disfrutar.