La curiosidad de una monja

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Esta tia es de las tipicas que desde niña han querido ser monjas y para las que todo lo relacionado con el sexo es pecado; es por eso que, cuando ha tenido por primera vez una polla entre las manos, no se le ha ocurrido otra cosa que andar maltratandola y mirarla con asco, aunque la curiosidad ha podido con ella y le ha entrado el gusanillo de saber que se sentira si se la metiera en el coño.