Madurita rubia se goza un sastre a cuatro patas

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Comprar ropa es para ella un proceso del que no quiere prescindir. Eso de ir a una tienda donde escoge algo que le quede está bien para las chicas más jóvenes, pero luego ella no sabía que hacer con el tiempo libre que le resta. Entonces va donde un sastre que además sabe que es un pervertido que le gusta espiar a las clientes y aprovecha que esta desnuda para que le dé una follada. Ella lo pilla y luego de hacerle una mamada de polla, la madurita rubia goza a cuatro patas. Le encanta la posición de perrito porque de esa forma su coño flácido disfruta mucho más.