Secretaria fisgona se convierte en la putita del jefe

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La curiosidad mató al gato, aunque en este caso, no se puede decir que esta secretaria cotilla saliera mal parada, ¿o sí? La cuestión es que se quedó hasta tarde en la oficina, y al pasar por una puerta que tenía prohibido el paso, oyó ruidos extraños. Lo normal es que pasara de largo haciendo caso al cartel; pero no, ella no pudo con la curiosidad y entró a la habitación. Allí había toda una parafernalia que indicaba que era un picadero, con pelicula porno emitida en un portátil incluida. Sí, allí era donde su jefe se llevaba a sus putas, aunque esa noche no tenía más intención que hacerse unas pajas. Ah, pero eso era antes de pillar a su secretaria en su oficina privada; ahora ya tenía una guarra xxx a quien follarle el culo.