Cariño, necesito tu coño para ir a trabajar

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Esta ama de casa ni siquiera sabe para qué se molesta en levantarse a preparar el desayuno a su marido, si cada día lo deja abandonado por follarla sobre la mesa. Parece que este hombre ha cambiado la afición al café por la del polvo matutino; y más concretamente, la tostada por el coño caliente de su esposa. Así que nunca sale de casa sin haber follado convenientemente a la parienta, disfrutando de sus tetas gordas tanto para ponerla caliente como para correrse en ellas. Desde luego, las pajas cubanas de su mujer son lo mejor, y con eso se mantiene durante toda la jornada laboral.