Corrida en la cara con las manos atadas

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Un perro adiestrado busca su correa para que su amo lo saque a dar un paseo. No puede manejar todas las palabras que esa oración involucra pero sin duda entiende los beneficios que le trae. No es necesario entender las cosas, solo hacer que funcionen y esta rubia guarra funciona cuando la tratan como una perra. Mientras la tengan atada y con las manos a detrás, ella felizmente se comerá cualquier polla que le ponga en la cara sin importar de quien sea. Y todos los vecinos los saben, así que se turnan para ir a su casa a darle su ración de semen diaria y que nunca le falte nada.