Divorciada rubia gozando a cuatro patas con su vecino negro

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Luego de casarse, ella pensó que lo que venía era el final feliz. No tenía claro como funcionaban las cosas, pero una mujer blanca merece eso para eso para su vida. Lo que descubrió fue que luego de un final feliz, siempre hay un siguiente día y este no será feliz. Entonces esa idea de que todo sería bueno para siempre luego de algo, quedo descartada. Ahora es una mujer divorciada y lo único que hace es estar gozando a cuatro patas con su vecino negro. Ella sabe que es casado pero tiene una polla tan grande que no puede evitar quererla dentro de su coño. Y eso es lo que hace.