Empieza tímida y luego se la mete por el culo

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Para hablar es como el canto de las sirenas. Ese sonido hipnotizante que hacía que los marineros perdieran la razón y terminaran en sus garras. La jovencita lo usa siempre para su provecho, no desperdicia su don en ninguna otra cosa. Siempre empieza un poco tímida, sonríe mucho, deja ver su cabello y al rato cuando los hombres no se percatan, ella misma se la mete por el culo. Resulta que la rubia es una viciosa de las folladas anales, se muere si no tiene una polla metida por detrás y es básicamente lo que hace todo el día y todos los días.