Espío a la hermana de mi amigo en la ducha

1693

Soy un cerdo voyeur, pero qué quieres que te diga, la ocasión lo merece sin duda. No todos los días se tiene la oportunidad de ver a una chica desnuda en la ducha, viendo cómo espuma su precioso cuerpo; y luego, cómo masturba su coño con un consolador. Al principio me puso una máscara para que no me reconociera si me pillaba; pero una vez mi polla dura amenazó con explotar, no me importaba si lo hacía. Y ella no pareció ofenderse porque la estaba espiando; de hecho, aprovechó mi empalmada y su coño mojado tras la masturbación para que folláramos como conejos. Mi corrida en la boca desde luego nos supo a gloria.