Matrimonio en crisis tiene una fogosa reconciliación

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Dicen que lo mejor de las riñas en pareja son las reconciliaciones, pero en el caso de este matrimonio, la cosa ha ido al límite. De hecho, la broncad fue tan fuerte que el marido ya estaba haciendo las maletas para abandonar el hogar conyugal. Pero claro está que no podía dejar la casa sin despedirse de su guapa esposa, habían sido unos años juntos y felices… Y ahí empezó todo de nuevo porque el tirón sexual no había terminado entre ellos. Un beso de despedida se convirtió en una comida de boca, el abrazo en un revolcón en la cama; y al final follaron como locos y decidieron darse otra oportunidad.