Tres putas en la cárcel aprovechan para comerse el coño entre ellas

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Ahora resulta que una mujer no puede vender su cuerpo en la calle sin ningún control de sanidad o seguridad porque la policía llega a molestar. Es el mundo en el que vivimos, donde las corporaciones usan su dinero para evitar que los emprendedores se ganen la vida de una forma antigua. Pero estas tres putas callejeras luego de esta en la cárcel, no van a afligirse, porque puede comerse el coño entre ellas y así hacer que pase el tiempo más rápido. Por suerte a las tres le gusta el sexo lésbico y se dieron un bacanal de chochos ahí mismo en la celda.