Conociendo a fondo a su nueva hermanastra

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La idea de tener una nueva hermana con 19 años cuando yo ya tenía más de 20 no me hacía gracia, la verdad. Pero mi madre me presionó para que conociera a la hija de su nuevo marido, y tuviera un encuentro con ella. Así que la invitó a casa y nos quedamos charlando en el salón, era una linda chica, eso lo admito. Entonces empezamos a hablar, y en un momento dado, la charla derivó al sexo xxx; ¿qué se podía esperar, con dos jóvenes de sangre caliente? Ella me contó sus gustos sexuales, y que le parecía que no ligaba mucho porque tenía tetas pequeñas. Incluso me las enseñó, y yo las encontré perfecta, más bien se rodeaba de gilipollas que no sabían apreciar dos buenas mamas. Pero yo sí que supe, así que al final nos conocimos íntimamente; tanto, que acabé corriéndome en sus tetas perfectas.