Mi madre amorrada a la polla de mi novio

208

Con la de lagartas que hay por el mundo, yo estaba tranquila porque mi novio, delgaducho y poca cosa, no sería una tentación para ninguna de ellas. ¿Y por qué estaba yo con él entonces? Bueno, porque el tío tenía una polla descomunal, que no le pegaba nada con su estructura física, pero que sabía manejar de miedo. Así que, segura de que ninguna zorra querría arrebatármelo, lo invité tranquilamente a conocer a mi madre. ¿Cómo iba a sabe que ella sería la peor zorra de todas? Habiéndole confesado lo de la tranca de mi novio, a la muy viciosa le entró la curiosidad de verlo por ella misma. Y una vez lo hizo, ya no solo quiso mirar, sino probar esa verga en su coño maduro.