Si quieres ser mi secretaria, enséñame el coño

84

A esta veterana secretaria le extrañaba que este tío tuviera tantos requisitos para conseguir asistente es esta empresa que tampoco era nada del otro mundo. Hasta que se percató que lo que de verdad quería no venía en su currículo, porque no dejaba de mirarle las tetas. ¿Así iban a ser las cosas? Perfecto, porque ella no era para nada mojigata, y no era la primera vez que conseguía un trabajo abriéndose de piernas. De hecho, estaba bien dispuesta, porque una vez que se follara su coño caliente, este jefe exigente accedería a todas sus condiciones para que fuera su asistente personal.