A su casera la dejan plantada y le pide sexo

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Cuando este universitario le alquiló una habitación a esta divorciada tetona, rezó por que algún día pudiera enterrar la polla entres esos alucinantes pechos. Y el día llegó, claro que sí, aunque para ello tuvo que verla ir y venir con un montón de tíos; era un poco puta la madurita, qué se le va a hacer. Sin embargo, cuando uno de estos ligues la plantó, ella se quedó compuesta y sin novio; entonces recordó que tenía viviendo con ella a un chico joven, y que la miraba con ojos de cordero degollado. Bien, a nadie le amarga un dulce, solo tuvieron que renegociar las condiciones del contrato. Él se follaría a esta rubia cachonda tres veces a la semana, y ella le rebajaría el alquiler un 50 por ciento.