El placer de correrte fuera

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Muchas chicas no nos entienden en ese aspecto y lo que suele suceder cuando preguntas, es que te miran con cara rara como si fueras un pervertido por gustarte ese tipo de cosas. Correrte en sus tetas o en su cara, es como el colmo del placer, como marcar un territorio que es solo tuyo y esa sensación suma al orgasmo la experiencia de la perversión.