Su prima y su tía son dos ricas zorras bien calientes

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Mudarse a su casa primero parecía toda una historia de terror. Tuvo que hacerlo porque ya su madre no lo puede tener en casa, ella quería vivir el sueño con un caminero que le dijo que la amaba, entonces su hijo empezó a estorbar. Y además el chaval tenía que hacer todas las cosas como el hombre de la casa y no estaba muy feliz hasta que descubre que su prima y su tía son dos ricas zorras bien calientes. Eso lo noto cuando tuvo que follarlas a ambas en la cocina. Entonces ahí se dio cuenta que no hay bien que por mal no venga. Ahora está feliz con ellas dos.