Llegó a casa y su mujer follaba con otra

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Desde luego, desde que su mujer llegó a la menupausia, se ha vuelto un poco loca, sobre todo en lo que se refiere al sexo. Pasa de períodos de intensa actividad, donde nada más piensa en follar, a otros donde se vuelve una frígida tocapelotas. Pero lo peor fue el día que llegué a casa y escuché gemidos que venían desde el dormitorio. Pensé, lógicamente, que o se estaba haciendo un dedo, o me la estaba pegando con otro. Cuando me acerqué a mirar, resultó que era la segunda opción… solo que el «otro» era otra. Joder, la muy guarra estaba frotándose el coño con nuestra vecina, otra rubia madura y con buenas tetas, por cierto. Ver a las dos mujeres follando tan entusiasmadas me puso cachondo, así que acabé en la cama con ellas. Si uno es un marido cornudo, mejor disfrutarlo, ¿no te parece?